LA PRIMERA ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: UNA EXPERIENCIA DE DIÁLOGO E INCLUSIÓN

Los preparativos interrumpidos por la pandemia fueron acompañados por preguntas sobre el sentido mismo del evento, lo que llevó a reconstruir los temas a tratar y el camino a seguir, pero sobre todo a abrir la cita -siguiendo la advertencia del Papa Francisco- «sin excluir a nadie».

la difícil unidad en la diversidad, la asamblea trató de responder y acompañar a todos los pueblos de América Latina en la extrema dificultad causada por la pandemia, en la que los más afectados siguen siendo los más frágiles.

Dos preguntas están en el centro de lo vivido durante la Asamblea: ¿de qué manera concreta y tangible hemos sido transformados -a nivel personal, comunitario y de Iglesia- por la experiencia de escuchar al pueblo de Dios? ¿Y hacia qué nuevos caminos nos ha conducido esta experiencia?

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